Viajando por el desierto en un caballo blanco con Sanmao

¡Hola a todos!

Para esta semana tenía planeado un post diferente porque pensaba que a estas alturas no habría acabado aún el libro que estaba leyendo; pero al final he llegado a tiempo y no me puedo aguantar las ganas de hablar sobre Diarios del Sáhara, de la escritora taiwanesa Sanmao.

Este libro ha sido toda una revelación para mí. Me ha permitido descubrir a una mujer maravillosa de la cual he podido aprender mucho y que me encantaría poder haber conocido en persona. Así que no puedo hacer otra cosa que dar las gracias a la editorial :Rata_ y a la traductora Irene Tor (en la versión en castellano) por haber luchado tanto para conseguir que pudiéramos leer a Sanmao por primera vez en una lengua occidental (¡que, afortunadamente, es la nuestra!).

La obra no solo es una recopilación de los textos que la autora escribió sobre sus experiencias en el desierto del Sáhara cuando aún era colonia española, sino que incluye también una carta de su editora, Iolanda Batallé; un prólogo de Gabi Martínez, i un escrito del hermano de Sanmao, Henry Chen. Todos estos documentos contribuyen a adentrarte aún más en la personalidad de la autora a través de la huella que ha dejado en todas estas personas. 

Mi experiencia en el desierto se limita a una excursión en camello (que no repetiría) durante unas vacaciones en Túnez y una semana de voluntariado con un proyecto educativo de la Universidad de Cuenca. Esta última fue una experiencia extraordinaria, pero también muy dura. Eso es todo. Aun así, no he podido evitar sentirme identificada con algunas de las cosas que explica y revivir un poco aquella experiencia.

Por lo que respecta a sus textos, es muy interesante la manera que tiene de describir lo que ve y lo que le pasa, con la inocencia propia de un niño, pero a la vez, de una manera muy consciente. Sin prejuicios, pero sin perder de vista sus principios, sus creencias y sus orígenes. Se expresa de una manera clara, sin embudos, y a la vez se sirve de un lenguaje muy literario:

“Cuando las vi desnudas y descubrí que estaban tan gordas me llevé una sorpresa. Yo parecía una brizna de hierba a lado de aquellas grandes vacas lecheras; éramos como el día y la noche.”

Asimismo, también es capaz de describir con una mordacidad y una ironía que te dejan sin palabras. Y me ha gustado mucho poder probar, a través de sus palabras llenas de referencias y de las notas de la traductora, un poquito de la cultura china y taiwanesa.

Sanmao era una mujer inteligente y muy culta, adelantada a su época, y muy valiente. A veces tenía que recordarme que estaba leyendo sobre los años 70. Llena de contradicciones que hacen de su personalidad una delicia, además, era una mujer muy sensible a la bondad y nada tolerante con las injusticias:

“Yo sabía quién nos lo había dejado allí. Cada día les regalábamos una gran cantidad de cosas a los vecinos saharauis de esa región, pero el único que nos devolvía el detalle era un pobre esclavo al que no le pertenecía ni su cuerpo.”

Sanmao también fue una mujer enamorada y a través de sus palabras podemos conocer al hombre que la acompañó hasta “la otra punta del mundo”:

“Cuando esta persona se marchó con él a vagar por los confines del mundo a sufrir por amor, yo ya había decidido que quería irme con él a vagar por los confines del mundo durante el resto de mi vida”.

Esta es mi Sanmao, la que yo he descubierto, con la que he llorado y reído y sufrido. ¿Cómo es la vuestra? ¡Compartidlo conmigo en los comentarios! 

En relación a la edición, estoy enamorada de la nueva editoral :Rata_ porque no sólo se atreven con textos “que salen del estómago”, como comenta su editora Iolanda Batallé, sino que lo hacen con una imagen rompedora y nada convencional. 

Éste es el primer título de la colección que ha llegado a mis manos, pero os aseguro que no será el último y que estoy esperando ansiosa la Navidad para volar a Barcelona y hacerme con Yo misma, supongo, de Natalia Carrero.

Y ya no me enrollo más. Hasta la próxima y que acabéis de pasar una bonita semana :)