El placer de leer: El lector de Julio Verne
Creo que no puede ser casualidad
de la mayoría de mis autores favoritos sean mujeres. Soy muy poco objetiva al
respecto y supongo que será algo habitual, pero me resulta facilísimo conectar
con la sensibilidad de mi género; con su sensibilidad o con su crudeza, y me
maravilla la capacidad que tiene Almudena Grandes de tejer ambas en una
perfecta harmonía.
El lector de Julio Verne cuenta la historia de Nino, hijo de Guardia
Civil en la Andalucía de la posguerra, de su familia y de sus vecinos. Entre
ellos se encuentra Pepe el Portugués, un joven enigmático que, pese a vivir una
vida solitaria a las afueras en una época en la que todos sospechan de todos,
se mete al pueblo en el bolsillo, especialmente al pequeño Nino de quien no
tarda en convertirse en su mejor amigo y modelo a seguir. Gracias a él
encontrará un refugio en la literatura y en el mundode aventuras de Julio Verne; pero
también descubrirá la cruda realidad que se esconde en la sierra: una guerra
que le cambiará la vida.
Una vez empecé a leer ya no pude
parar. A pesar de lo mucho que todos (o eso me gustaría creer, porque la
historia nunca hay que olvidarla) de esta época nuestra, tengo que reconocer
que no sé mucho al respecto de la posguerra y de la guerra de guerrillas que
durante años tuvo lugar a lo largo y ancho del país. Asimismo, es muy difícil
no caer en el etiquetado fácil: estos son los malos y estos los buenos. Pero en
la vida real las cosas pocas veces son lo que parecen y eso Grandes lo deja
claro. Es imposible no amar a sus personajes y no odiarlos un poco también.
Precisamente por eso, porque no cae en tópicos y sabe reflejar perfectamente la
complejidad de las personas y como éstas se ven obligadas por las
circunstancias a vivir vidas que son las que habrían elegido, pero que son las
únicas que han tenido opción de vivir.
El lector de Julio Verne es una novela intensa, tierna y cruel y
decir que me ha gustado sería decir muy poco. ¡Leedla, leedla por favor!
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