Bye bye 2016, hasta otro ratito

 
 
Madre mía, madre mía. Esto de hacerse de mayor es muy duro, cada año que pasa vuela más deprisa… Ya me lo decía mi madre y, como en tantas otras cosas, ha acabado teniendo razón.

Éste, no obstante, ha sido un año especial porque es el primero de Palabras que cuentan :) Esperemos que tenga una vida larga y que podamos seguir compartiendo, tu y yo, muchas más horas de lecturas maravillosas.

He de confesar que este 2016 he leído mucho menos de lo que me había propuesto… No he llegado a 30 libros cuando mi objetivo en Goodreads, muy ambicioso por otro lado que ya me voy conociendo, era de 50. El año que viene intentaré ser más realista, o no… Seguro que alguna vez lo consigo.

A pesar de ello, mi año ha estado lleno de lecturas que me han apasionado y al final eso es lo que importa. Me cuesta destacar de entre todas ellas mis favoritas, pero si tengo que elegir serían éstas:
 
 

Diarios del Sáhara, de Sanmao, junto con Editorial :Rata_ fue el descubrimiento del año, como habréis podido notar por lo pesada que he sido y sigo siendo en Instagram. Barriendo para casa, también fue todo un descubrimiento Fernando Roye y su sargento hechizado. Si te gusta la literatura romántica, no puedes perderte la saga Outlander, de Diana Gabaldon, yo ya estoy acabando el tercer libro y es una pasada. El mejor es, sin duda, el primero y es imposible no enamorarse de Jamie, te gusten o no los hombres, para el resto de tu vida y más allá. Aunque ya había leído algo de Jojo Moyes, Yo antes de ti me sorprendió muy gratamente. Cómo lloré… Dejando de lado el moñerismo, Ken Follet es ya un clásico y el primer libro de su nueva trilogía, La caída de los gigantes, es espectacular. Y entre los favoritos no podía faltar mi queridísima Almudena.

Aunque este año no he leído muchos libros, se me ha ido de las manos comprándolos y tengo una lista de lecturas pendientes que da hasta susto. Yo creo que si me jubilara ahora mismo no llegaba a cumplirla.

Uno de los últimos en llegar es el Laberinto de los espíritus, el encargado de cerrar la tetralogía de El cementerio de los libros olvidados. Para celebrarlo me he traído de Barcelona los otros tres libros y ya tengo reservado un finde de enero para pegarme una maratón de Zafón que se me va a quedar el culo pegado al sofá.
Otras maravillas que me esperan, gracias básicamente a los regalos de Navidad, son La niña alemana, Todo esto te daré, Precoz y El universo en tu mano.

Además, este año he descubierto las suscripciones literarias y ya les he estado llorando para que se arranquen a hacer envíos al extranjero y poder suscribirme a todas ellas. Aprovechando mi escapada a casa por las fiestas me animé con El correo rebelde de diciembre y no podía estar más emocionada al abrir la caja. ¡Qué ilusión! Todos esos regalitos y monerías… Me encanta ser tan friki.

Y este ha sido, a grandes rasgos, mi año literario. A parte de eso, el 2016 lo empecé comiéndome las uvas solita en Múnich, por la mitad mandé a la porra un trabajo que odiaba y me llegaron los 30 en medio de una mudanza que me llevó a Offenbach, muy cerquita de Frankfurt, donde voy a acabar este año que no sé si ha sido bueno o malo, pero que ahí está para el recuerdo.

Dejo para el próximo post los propósitos de año nuevo, así que me despido de ti hasta el año que viene. Disfruta como loco de la Nochevieja, come, bebe, brinda y se muy feliz. Eso sí, guarda un ratito para leer.

¡Un beso y hasta la próxima!

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